Van de un sitio a otro midiendo, anotando, mordiendo aquí, más allá, llenos de baba de pasado, muecas, rótulos. Indician, señalan, dictan, corrigen, acosan. Ahí, dicen, está el culpable. Nuestros códigos amaestrados lo perseguirán ladrando día y noche. Ahí está, nuestros mastines olisquean el rastro sucio. Él es la mancha en nuestras baldosas. Agravia nuestra pureza. Por el mundo, siempre, con sus libros de cuentas, sus lápices perversos, sus esto sí esto no, sus autos de fe, sus pócimas vengativas, extendiendo un rojo metro sobre el cuerpo que la jauría va a perseguir.
Ahí está el que nos traicionó, dice. Escupamos, que ahí viene.
Espiémoslo como un solo ojo.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Cópula ¡Nos unió la mañana con sus risas! En las rondas del sol Canciones de naranjas. Danzas de nuestros cuerpos desnudos – rojo bronce. El olor […]...
- El retorno Todos los rostros se desprenden De nuestros ojos caen como cáscaras los años Sin embargo debemos sonreír como ese espejo Donde un soplo borró la […]...
- Incomprensión No comprendes, amor, cuál es mi sentimiento; en vano lo traduzco y en vano te lo explico. A veces me parece que ha llegado el […]...
- Teoría del tiempo Ese polen oscuro que implacable Va cubriendo de injurias nuestra frente, Esa hiedra taimada que incesante Va sembrando distancia en nuestros ojos, Esa lluvia de […]...
- Cuando seamos viejos Cuando seamos viejos, todo este amor enorme se irá por los caminos y brotará en los huertos, y será una ilusión muy lejana y deforme […]...
- En EN esta isla derivada del calor yo no sé Si tu seno dispondría bien la siesta Para el silencio comprometido en los pies del hermano […]...
- Desde la pupila del buitre (la vida se enciende…) La vida se enciende en la muerte y desnuda sus miserias ante nuestros ojos Tú susurras palabras que no supe decir mientras comienzo y final […]...
- Tras haber holgado con prócula, prisciliano medita A Fernando y Gonzalo Torrente Ballester -Llaman a esto pecado los fanáticos. A esta explosión que lenta se alabea, a este sentir con cada poro, […]...
- En aras de galeón y escafandra En aras de galeón y escafandra en negros muertos por el gusto vimos mares que se hundían azoros del ataque que en la mujer se […]...
- Watauinewa, el archiviejo Cuando terminó su prédica John Lawrence, vino a mí una yámana y me habló: Todo esto ya nos lo había dicho Watauinewa Sef, El Eterno […]...
- Las fieras (Jardin del Plantes) Estamos echados sobre el césped y no tienen piedad de nuestra dicha. Nos espiaron ensañados. En sus ojos no había curiosidad ni […]...
- Pues que tú, reyna del cielo Pues que tú, Reyna del cielo, tanto vales, ¡da remedio a nuestros males! Tú que reynas con el Rey de aquel reyno celestial; tú, lumbre […]...
- Por POR esa clara luna llena -la clara nueva luna llena – Vivimos la urgida plenitud De la función nocturna. La noche es sólo nuestra: No […]...
- Un día Un día. Sólo un día. Casi nada. Un montón ordenado de minutos, Un simple recorrido Por la redonda senda Estelada de números y dudas. Una […]...
- Canto de los niños de ulm A mis amigos Para nosotros, creo, todo fue más rápido. Precisamente porque nunca abandonamos El territorio tibio de la infancia, El vagar entre nieblas, entre […]...
- Adiós a la maestra Obrera sublime, Bendita señora: La tarde ha llegado También para vos. ¡La tarde, que dice, Descanso!… La hora De dar a los niños El último […]...
- Callemos ¡Cuánto, cuánto se habla Sin ton ni son; qué declamar perpetuo De retóricas nulas! ¿No es mejor por ventura el silencio? Que el ESPIRITU selle […]...
- El infierno está en mí Pasos de un peregrino son errante Góngora El infierno no son aquellos otros que siempre se quedaron lejos de mi calor: el infierno soy yo. […]...
- El niño dormido No levantes la voz: el niño está dormido. Contén el paso, espera, aguarda en cauto acecho; que no se mueva el aire, ni se oiga […]...
- Sangre que camina el mundo Pero la sangre es roja Dulce Vengativa Caliente Escandalosa Y feroz. No transparente. CES Animales de sangre caliente Habitando las arterias del mundo Buscando luz […]...
- No somos poetas Somos apenas amantes Suicidas con la cuerda En la mano Caminantes de antes Usurpadores de abecedarios. No somos poetas Somos adivinadores De oscuras cavernas Transeúntes […]...
- Conversaciones Bailando entre olvidos Marcas con tus manos Surcos de viento en media calle Buscando tu cabeza Entre neurosis y autos Luego preguntas Con voz de […]...
- A mi ropa tendida (el alma) Me la están refregando, alguien la aclara. ¡Yo que desde aquel día la eché a lo sucio para siempre, para ya no lavarla más, y […]...
- Arquitectura del silencio Llegaste con el rumor de los caracoles Abriendo puertas Depedazando ruidos inconformes Recogiendo silencios nuevos Confiando en el viento desbordado Entre ojo y arbol Explicando […]...
- La vida Cuando de noche en tus brazos Oigo, pastora, tu voz, Y no sientes, di, cual palpita Inquieto mi corazón? ¡Oh! que tu acento apacible Me […]...
- Versos para recordar la paz Tráiganme un pedazo de pan A la boca de mis templos. Hagan de mis manos un sendero, Un manantial de corazones Para borrar la sed. […]...
- Meciéndose en el agua A mi madre Juanita Alcántara Meciéndose en agua su mirada roba una estrella carne de su luz y el corazón desnudo en la palabra al […]...
- La canciÓn de la tierra HERMANA TIERRA – A SAN FRANCISCO DE ASÍS – Tierra, perdónanos, hermana nuestra, -de la misma mano de Dios nacidos,- Porque te crucificamos el aire […]...
- CÉsar vallejo Por los corredores de la imaginación ir caminando, Libre y solo para siempre, como cuando era Y no sabía que era un niño, Hasta olvidar […]...
- Casa de soledad Otoño. Soledad. Siempre lo mismo. Nada nuevo sucede en esta casa. Un hombre vive en ella. (Eso parece Si llamamos vivir a ver el alba […]...