Hay que ver que no se use
Ningún material extraño,
Así, si quiere hablarse de niños
Reventados contra los árboles,
Habrá que decirlo sin omitir la sangre
Escurriendo las cortezas;
No vale la pena desbancar dolor
Por ideas, mejor apresar la hinchazón
Nerviosa que traen los ramalazos;
No meter palabra y palabra
Donde el plomo sabrá armar su vacío.
Hay que evitar sucedáneos;
Si la carne arde, gruñir macizo;
En cada impacto, mostrar su trayectoria;
A cada estallido, la savia roja de los árboles.