En el principio,
Nuestra semejanza.
Sin título, ni tutela, ni amo
Nos contenía el silencio,
La morada sin nombre,
El acerado rumor de los trabajos.
Sólo la vastedad figura y cifra
La anónima historia de amor,
La génesis de un llanto.
Los dedos del azar
Hicieron de la noche al día
La lúdica ebriedad que nos levanta.
Sólo, distante, permanece
El cuerpo de Dios hecho de instintos,
De material fecal:
Lumbre de obcecación y polvo.
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