El sol de las dos águilas bohemias

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1. Cotidiana 5 Hay un día en que se nace A la gloria y a la suerte A la suerte y a la muerte Hay un día en […]...
2. Aguilas del amor ¡Qué tienes tú que ver con las aves en cruz de los brazos abiertos! Águilas del amor que navegan espacios. Los brazos poderosos como pájaros […]...
3. Liturgia de águilas (fragmento) Muero sin morir en ti y de tanto morir nunca llegar a la muerte en sí Tener sed y no encontrar el agua que sacie […]...
4. No quiero que me consienta No quiero que me consienta mi triste vida bivir ni yo quiero consentir. Pues que vos queréys matarme yo, señora, soy contento, que veros y […]...
5. Ars poÉtica sobre el rito nupcial de las aguilas Durante el rito nupcial Las águilas se persiguen, volando a gran velocidad y elevándose a Trescientos metros. Luego, entrelazando sus garras, la pareja hace en […]...
6. Pues que mi triste penar Pues que mi triste penar siempre crece y es más fuerte, más me valdría la muerte. Que la gloria que recibo en ver vuestra hermosura, […]...
7. La confesión del inca -“Sol, padre fiel de mis padres, A ti me acuso contrito: Oye, y lava mi pecado: Di veneno al hijo mío”. Dice el Inca; vuelve […]...
8. A unos ojos Más dulces habéis de ser si me volvéis a mirar, porque es malicia, a mi ver, siendo fuente de placer, causarme tanto pesar. De seso […]...
9. Morir por vos será gloria Morir por vos será gloria, vivir sin vos será infierno, con cuyo mal tan eterno me atormenta mi memoria. Y pues se halla esta victoria […]...
10. Bosquejo de una dama de muchos méritos Aquí de Antandra, pastores, pero no me socorráis, que en quien muere tan dichoso es grosera la piedad. Si os admira ver que vivo, medid […]...
11. Dijo fénix que no le hacía bien ni mal Decís que bien ni mal, señora mía, Me hacéis; estoy de vos tan olvidado Que aun aliviar con penas mi cuidado Estorbáis a mi loca […]...
12. Estoy implicado en algo (i) Nunca quise ser libre. Sólo hablaba y hablaba de una confusa libertad. Conozco, a duras penas, el abismo súbito que separa un refugio del color […]...
13. El cielo destruido (“¡Oh, cielo riguroso! ¡Oh, triste suerte! ¡Que tantas muertes das con una muerte!”) El cielo destruido porque llora Mi acongojado corazón humano, No es el […]...
14. Bajo el hacha implacable Bajo el hacha implacable, ¡cuán presto En tierra cayeron Encinas y robles!; Y a los rayos del alba risueña, ¡qué calva aparece La cima del […]...
15. En boca del último inca Ya de los blancos el cañón huyendo, hoy a la falda del Pichincha vine, como el sol vago, como el sol ardiente. como el sol […]...
16. CanciÓn de la doncella del alba (Para Thelma) Se mete piel adentro Como paloma ciega, Como ciega paloma Cielo adentro. Mar adentro en la sangre, Adentro de la piel. Perfumada marea, […]...
17. La poesía (iv) Si la azucena es vil en su pureza y oculta la virtud del asesino, si el veneno sutil es el camino para lograr exacta la […]...
18. Canto a la resurrecciÓn y a la vida Y Salvador te llamas, tierra ungida Con el óleo bendito de la alianza: Salvador de ti mismo y la esperanza Que nuevamente te ha vuelto […]...
19. No te salves No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca no te salves […]...
20. Brazos de mar Todo enmudece. Tal vez sólo aprestándose a rayar… La mar sin una arruga semeja un cuévano del que colgaran mondas lucientes de piel de niño… […]...
21. Vestigios Con la verdad ocurre como en diciembre: Que los teléfonos fingen un dulzor De limones que ablanda los portales Por donde vagabundeamos En busca del […]...
22. Últimos suspiros míos Últimos suspiros míos, Pues que me dejáis de suerte Que, en despidiéndoos, la muerte Hinchirá vuestros vacíos, Partir con vuelo ligero A dar nuevas del […]...
23. Abanico Flamean coruscantes las chaquetillas, La luz sobre las ropas tiembla y resbala, Y fingen pirotecnias las banderillas Y auroras las bermejas capas de gala. El […]...
24. Ojos, herido me habéis Mote Ojos, herido me habéis, acabad ya de matarme; mas, muerto, volvé a mirarme, porque me resuscitéis. Voltas Pues me disteis tal herida con gana […]...
25. Señora doña isabel Señora doña Isabel, tan crüel es la vida que consiento, que me mata mi tormento cuando menos tengo dél. Pero bivo con la gloria que […]...
26. A san andrÉs Si el padecer con amor Puede dar tan gran deleite, ¡qué gozo nos dará el verte! ¿Qué será cuando veamos A la inmensa y suma […]...
27. Pues el fin de mi esperanza Pues el fin de mi esperanza tanto tarda, para mayor mal se guarda. Es el fin del bien que espero alcançar vuestro querer, que sin […]...
28. Contó jamás la mentirosa ¿Contó jamás la mentirosa fama Igual suceso y caso de esta suerte En cuantas partes de sus plumas vierte Las nubes portentosas que derrama? ¿Contó […]...
29. Barrunto de mi muerte A Paco Figueroa Errante, sin moverme, en mi desierto le hallé sin encontrarle. Su presencia es el propio trasunto de la ausencia envuelta en las […]...
30. Quién te traxo, criador -¿Quién te traxo, Criador, por esta montaña escura? -¡Ay, que tú, mi criatura! -¿Cómo vienes lastimado, maltratado de tal suerte? ¿Quién te sentenció a la […]...