El azar, su certeza.
Confiando en su olfato, saca brillo
A los naipes, y espera…
Retrocede hasta el punto
Anterior al deseo.
Ve al dolor
Y al placer, que reparten
Las cartas boca abajo.
En perfecto equilibrio,
Entre el alma y la mesa
Deja quietos los ojos, y por ellos
Ve su mano jugando la partida,
Como siempre, con as de corazones.