Tengo miedo.
Qué difícil contarte esta verdad,
porque tú no sabes nada
sobre su vestimenta leve,
que se va deslizando
por los huesos
y se prende
como una enredadera amarga
en lo más hondo
de las raíces de la vida.
Qué importa.
Todo es tan inútil.
Uno está atrapado,
encogido como un feto,
sin luchar,
porque el miedo bestial
te ahoga, te aprisiona.
No hay sueños, ni recuerdos.
Sólo el agua glauca,
maligna,
que sumerge el cuerpo tembloroso
dentro del miedo.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- La casa vacía Abre la puerta y da la luz. Es ya muy tarde, y sabe que en su casa nadie lo espera. Todo sigue en su sitio […]...
- Casa sola viii Cuando por fin hablamos ya era tarde. Tu presencia – no obstante – se repite Y se queda flotando cada noche en el aire, Como […]...
- La cuna esta vacÍa Esta cosa pequeña, rosada. Regordeta, Que ríe a la sombra de mi seno, Son las partículas que uní en mis entrañas. Es el amor… el […]...
- Diario cómplice – libro segundo (viii) A Francisco Brines Parece que soy yo quien hasta mí se acerca quien erguido camina rodeando mis piernas, apoyando la piel sobre mi pecho, cuando […]...
- Iluminación vacía Desmantelando naranjas Demoliendo pianos Triturando caracoles Como a fetos de flautas Voy y vengo entre pies E iluminación vacía Besando la íntima piel de algún […]...
- Romance viii carta de doÑa jimena al rey En los solares de Burgos a su Rodrigo aguardando, Tan encinta está Jimena, que muy cedo aguarda el parto; Cuando demás dolorida una mañana en […]...
- Ecos de la agonía Fui sólo sombra habitada por el desdén, por los caprichos de la luz vagante. Fructificó en mi ser la desventura y puntualmente repartí sus dones; […]...
- Noticias de casa Estamos bien al mediodía doy de comer añicos plateados y calientes beso tu sangre y tengo así la boca pintada y todo lo que digo […]...
- Ecos del jardín 1 Como el pez al agua, Como el agua a la tierra, Como la tierra al sol, Como el sol al árbol, Como el árbol a […]...
- Ecos del jardín 2 Ven, sombra feliz, tapa mis ojos: No seas muerte fría, sino sed saciada Que rehaga mi piel y reanime mis huesos. Cubre mis pies con […]...
- La hija del diablo se casa La hija del diablo se casa. No sabíamos si ir o no ir. En casa resolvieron no ir. Ella paseaba con la trenza brillando como […]...
- Carta a casa Ayer te pensé o soñé que estabas en casa y te pensé o soñé como eras hace mucho bajo un cielo que era también como […]...
- Viii. el ser gaucho es un delito 222 Otra vez en un boliche Estaba haciendo la tarde; Cayó un gaucho que hacia alarde De guapo y peliador; A la llegada metió El […]...
- El don de la ebriedad (viii) No porque llueva ser‚ digno. ¿Y cuándo lo seré, en qué momento? ¿Entre la pausa que va de gota a gota? Si llegases de súbito […]...
- Mi casa A Francisco A. Méndez Amo mi casa Por sus cuatro viejos costados Llena de voces y ruidos: Casa de adobe y machihembre Que se queja […]...
- Vengo del norte viii YO no sabía que aquí mirabais el mundo Con los ojos cerrados, Que amabais las cosas con tanto desenfreno, No sabía nada de vosotros ni […]...
- Casa sobre tu pecho I A medio otoño, casi del olvido volviendo con la rosa del verano; el mar del corazón bajo tu mano y el camino de ayer […]...
- Casa de soledad Otoño. Soledad. Siempre lo mismo. Nada nuevo sucede en esta casa. Un hombre vive en ella. (Eso parece Si llamamos vivir a ver el alba […]...
- Viii Las veo descender. Lentas. Sin alma. Sangradas ya sus venas. Inútiles. Traspasadas de vientos inclementes Y de heladas escarchas. De una en una, Desde el […]...
- Tu nombre que ya solo es una casa Aquí había una hoja en blanco Un pedazo de hierba nunca hollada De este camino de estelas ensanchadas Tengo que llenarlo. Calafatear, como una abeja […]...
- Corazón coraza Porque te tengo y no Porque te pienso Porque la noche está de ojos abiertos Porque la noche pasa y digo amor Porque has venido […]...
- La daga verdadera es microscópica LA DAGA VERDADERA es microscópica, no tromba en filos ni sangre en estampida. Lo sabes, Alejandra; anticipas los nudos, me recorres. La luz puede albergarse […]...
- Escribiéndole una casa al barco Esta casa vuela, su altura conjura un papalote que se distorsiona a la distancia. Esta casa es un mar y un barco también, donde crispados, […]...
- La vuelta de martin fierro viii 565 Mas tarde supe por ella, de manera positiva, que dentró una comitiva de pampas a su partido, mataron a su marido y la llevaron […]...
- Te he querido, tu bien lo sabes Te he querido, tu bien lo sabes. Te he querido y te quiero a pesar de ese hilo de luto que me hilvana al filo […]...
- Viento negro (fragmento viii) Apartad de mi a los niños de risas heridoras, apartad los bosques trémulos de voces musicales, los ríos que se quiebran en el cristal del […]...
- Es necesario Es necesario que el día nos contemple los huesos Elevemos el amor desnudo al sol que está naciendo Yo no tengo miedo de mostrar el […]...
- El miedo En el eco de mis muertes aún hay miedo. ¿Sabes tú del miedo? Sé del miedo cuando digo mi nombre. Es el miedo, el miedo […]...
- Letrilla viii El requiebro La rosa que al alba Ofreciendo está Sus gratas esencias, Su tez virginal; La fruta sabrosa Que empieza a pintar Con vivos matices […]...
- Jacques prévert no dejes que llore por mí Jacques Prévert poeta amante De las noches de París El viento se llevó tus Poemas. Parecen gigantes mariposas aleteando entre los ficus. Y tengo miedo […]...