Durar no puede, en tanta desventura
Un corazón de padecer cansado,
Que a mal tan importuno, y obstinado
No basta la paciencia, ni cordura:
Y si el deseo con mi daño dura.
Y huelgo de vivir desesperado,
Es por llegar a ver si muda estado
Esta tu condición áspera, y dura.
Extiende un poco la encogida mano
Liberal, franca a esta ánima mezquina,
Que ofende a tu valor ser desdeñosa:
Y si tanto pensar me sale en vano,
Aunque todos te adoren por divina,
Ninguno te querrá por rigurosa.