En un punto esencial de nuestro cuerpo
Cuando el pulso se acaba,
Rota la piel, el alma se libera,
Invisible y extraña.
Quizá germen de luz zigzagueante,
Hacia el éter avanza;
Leve trazo intangible de memoria
Que fue y queda en la nada.
O al vórtice de ignoto remolino
Tal vez será arrastrada
Por ráfagas henchidas de jirones
Buscando LA palabra.
Rescataré mi forma, acaso, un día,
De la tumba olvidada,
O quedaré cual polvo iridiscente
En las luces del alba.
Hay dados en la mesa y sólo resta
Jugar al todo o nada.