¿Cómo vives, sin quien vivir no puedes?
Ausente, Silva, el alma, ¿tienes vida,
Y el corazón aquesa misma herida
Gravemente atraviesa, y no te mueres?
Dime, si eres mortal o inmortal eres:
¿Hate cortado Amor a su medida,
O forjado, en sus llamas derretida,
Que tanto el natural límite excedes?
Vuelto ha tu corazón cifra divina
De extremos mil Amor, en que su mano
Mostrar quiso destreza peregrina;
Y la fragilidad del pecho humano
En firmísima piedra diamantina,
Con que quedó hecho alcázar soberano.