Contemplas
la parte del astro
que no se ve,
la que vive
para lucimiento de su otra mitad.
La estratega misteriosa,
la que deja pasar las estaciones
y amontona cerillas
porque en su territorio
siempre es invierno.
La que descansa
sobre un paisaje de esqueletos,
y se pregunta cómo es posible
que el mundo (todavía) exista.
Ha llegado tu hora,
diosa madre.
Pronto serás una montaña derretida
corriendo entre guijarros.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- A ninguna parte Los pensionistas hablan de trombosis en los autobuses o aguardan el final en los bancos de los parques públicos entre mierda de palomas y jeringas […]...
- Di nombre a un astro Di nombre a un astro y oscureció mi pez como ese lirio, negro para su estirpe, frágil ante los soles, borrado en el desierto por […]...
- Vanessa A mi hija. Llora. Ríe. Llora. Ríe nuevamente Y llora a la hora Por su primer diente. Deja que te estreche Tan sólo un segundo. […]...
- Si tantas partes hay por vuestra parte Si tantas partes hay por vuestra parte Para que os ame y que por vos sospire, ¿cómo queréis, mi bien, que me retire De tal […]...
- Antes de la luz Me atormenta sobremanera esta casa tan oscura y más, el que no esté en mi destino encenderle una lámpara. He intentado arrojarle luciérnagas a sus […]...
- El liquidambar A veces, cuando los pájaros cantan con gran arte, lo mismo en las altas notas que en los largos silencios entre las ramas del liquidámbar […]...
- En otra parte Cuando a veces se tiene un sueño y aparece un cuerpo quizá se está lejos del paraíso. Pero la efímera gloria de aquel momento es […]...
- Segunda parte Que una conciencia sea libre o no, Depende de la dirección del viento. A eso se debe que existan demasiadas conciencias Con vocación de veletas, […]...
- Fórmale rizado en parte Fórmale rizado en parte, Que hace riza, y ha de ser, Red no, casa de placer Del amor Venus y Marte; Lo demás vuele sin […]...
- A partir de hoy todo será posible El escenario se hace llamas: Imberbes a rapto de poder, Marionetas lamiendo su tajada. A partir de hoy todo será posible. Serán posible odio e […]...
- Mortalmente vivo Es de nuevo la hora de mis manos Solas como alas en un continente olvidado Es de nuevo la hora de mis horas Como un […]...
- A un caballero de la casa del duque de híjar, que trajo un francolín al autor de parte de la duquesa doña estefanía, siendo dama Si es cosa cierta, señor, Que suelto el francolín canta, Y le añuda la garganta La vista del cazador; Por retrato de mi amor La […]...
- El mundo empezó cuando tú lo quisiste El mundo empezó cuando tú lo quisiste El tiempo es una máquina que guarda los recuerdos La memoria detiene al tiempo Todo es un sinsentido, […]...
- Cercano a lo que importa (iii) Acerca tu mirada a este paisaje. Que tus ojos recojan todo el verde profuso que lo habita, la luz azafranada que da vida al silencio, […]...
- Orlando o el desconcierto de las alondras Los lunes, Orlando se suicida como Píramo. Tisbe le imita los martes. En Hiroshima nacen todavía hijos de la bomba atómica. El miércoles, Ovidio se […]...
- Seguridad CUANDO me conocisteis, volvía. Mi historia viene de más lejos Que mis días primeros. Y cuando me hayáis visto marcharme, para siempre, Seguiré todavía, Sin […]...
- Un perro negro Un perro. Un prado. Un perro negro sobre un gran prado verde. ¿Es posible que en un país como éste aún exista un perro negro […]...
- Mapa del caminante (Homenaje a André Bretón) Ha llegado, de nuevo, El poblador de las estaciones anfibias /del sueño, El caminante de una Babel de espejos. Alguien lo […]...
- MÚsica de silencio Solamente es posible envejecer Lo mismo que la música, acorde Tras acorde hasta la nada, el éxtasis, La cumbre. Queda la música Prendida en la […]...
- Frente FRENTE al buen tono sembrador de carácter En arenas insolubles que pierden silencio Me digo a mi mismo He aquí la vida Hermosa voz de […]...
- Hermanos Peso del aire, vuelo de la tierra en opuesta verdad y simbolismo; doble color del cielo y del abismo que el ojo exacto de la […]...
- A circe ¡Circe, diosa venerable! He seguido puntualmente tus avisos. Más no me hice amarrar al mástil cuando divisamos la isla de las sirenas, porque iba resuelto […]...
- Fuera de circulación He llegado a mis inseguridades definitivas. Aquí comienza el territorio… Roberto Juárroz: Sexta poesía vertical, poema 8. Cuando entramos a ese trance de ya no […]...
- Pues todavía queréis ir mis suspiros Pues todavía queréis ir mis suspiros Do siempre soléis ser tan mal tratados, Trabajad de llegar disimulados, Quizá con tal ardid querrán oíros. Sabe Amor […]...
- Si acaso es tiempo, ay ingratitud tan iracunda, para darte las gracias hoy Gracias, compañera, por haber rescatado mi corazón cautivo en la maldita región de la bruma, acaso solitario vicio de mirar por el ojo de una […]...
- Canción urbana nocturna No es hora de recrearme en un poema. Tampoco es tiempo de evadir el bulto Que más pesa. Hay más muertes. Miles llegan En mala […]...
- Testimonio ii Día jueves, octubre del año tal, hora, las nueve de la mañana, camino por las hojas muertas, las miro y grabo sus chillidos, el agua […]...
- La diosa madre La diosa madre dobla la esquina y doy vueltas a mi ombligo. Lo retuerzo. La realidad es esto. La realidad es lo que queda cuando […]...
- No, música tenaz ¡No, música tenaz, me hables del cielo!, donde es obligación cavar la tierra. No creo que exista tal consuelo donde sólo es vivir perenne guerra. […]...
- Temor Alguien cierra una puerta a un hombre qeu enmudece, se mira en su celda de un solo respiradero y duda de que él mismo exista. […]...