Conocer es amar pero amar es a su vez alienación
Una fatalidad del conocimiento
Ya que para conocer tienes que convertirte en el objeto
Que para ser percibido te exige que estés separada de él
El equilibrio entre estos dos movimientos del alma
Te coloca en un territorio equidistante
Desde el cual bregas por volver a tí misma
O arrojarte al objeto
El conocimiento es una virtud
Un imperativo moral casi
Pero hay virtud también en la ignorancia
Parte de la inocencia
Hacia ella nos volvemos con una gran añoranza
Hastiados de conocer
Entonces
La ignorancia es más virtud que el conocimiento
Los orientales practican la técnica del desconocer
Para llegar al vacío lleno que es el Tao
Uno se aproxima a él mediante un saber que no sabe
Un amor que es frío. Así son las cosas
No todo está al alcance de todos
Lo más importante no influye para nada en la vida concreta
La experiencia de la propia limitación es saludable