Cierta secta feminista se da consejos prematrimoniales

“…Trabajada despiadadamente por un autómata
Que cree que el cumplimiento de un cruel deber es
Un asunto de honor.”
Andrea de Nerciat

Y besémonos, bellas vírgenes, besémonos.
Démonos prisa desvalijándonos
Destruyendo el botín de nuestros cuerpos.
Al enemigo percibo respirar tras el muro,
La codicia se yergue entre sus piernas.

Y besémonos, bellas vírgenes, besémonos.
No deis pródigamente a la espada,
Oh viril fortuna, el inviolado himen.
Que la grieta, en el blanco ariete
De nuestras manos, pierda su angostura.

Y besémonos, bellas vírgenes, besémonos.
Ya extendieron las sábanas
Y la felpa absorbente está dispuesta.
Para que los floretes nos derriben
Y las piernas empapen de amapolas.
Y besémonos, bellas vírgenes, besémonos.
Antes que el vencedor la ciudadela
Profane, y desvele su recato
Para saquear del templo los tesoros,
Es preferible siempre entregarla a las llamas.

Y besémonos, bellas vírgenes, besémonos.
Expolio singular: enfebrecidas
En nuestro beneficio arrebatemos
La propia dote. Que el triunfador altivo
No obtenga el masculino privilegio.

Y besémonos, bellas vírgenes, besémonos.
Con la secreta fuente humedecida
En el licor de Venus,
Anticipémonos,
De placer mojadas, a Príapo.
Y con la sed de nuestros cuerpos, embriaguémonos.

Y besémonos, bellas vírgenes, besémonos.
Rasgando el azahar, gocémonos, gocémonos
Del premio que celaban nuestros muslos.
El falo, presto a traspasarnos
Encontrará, donde creyó virtud, burdel.


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Poema Cierta secta feminista se da consejos prematrimoniales - Ana Rossetti