Cielo sin recorrido, tierra áspera, voz infusa, dilatoria,
Pueblo taciturno que aviva su fuego entre mis cejas,
Madre de noche sanguínea,
En lo inamovible
Sobre dudas y certezas,
Franqueo la línea de mi desarrollo.
De salir y atravesar la ciudad
La perplejidad de las cosas en vigilia
A domeñar excesos, a impulso virginal en el polvo de origen
De salir y atravesar la ciudad
De subir y descender el muro
Sigue el tinte humano
A ras de estuerzo
Por dual unidad
La pupila con creces bajo misterio sin nombre.
En disertas endechas para evadirme sin sospechoso
Acorde y arco
Hasta el sonido frío.