Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.
Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro.
Te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota.
Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.
Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.
Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.
Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.
Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen.
Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
Versos similares:
- Tu número cinco Tengo un papel guardado, mi joven secretaria, El último recuerdo que me dejó tu tinta. Era en aquellas horas de la rutina diaria Cuando hacías […]...
- Bastante menos que una idea No creas en la verdad. No creas en la belleza. No creas en el amor. Siéntate al piano sopla el corno rasga la cuerda y […]...
- Tres improvisaciones para una tarde de sÁbado I Un sábado de verano y vuelvo a este ojo, mi casa, la montaña dormitando afuera. Escucho al segundero arrítmico de una mosca contra el […]...
- Recueros numero 1-2 Mi primer recuerdo Parte de un farol a oscuras y se detiene Frente a un grifo público goteando hacia el interior de una calleja muerta. […]...
- En el vacÍo de mi nÚmero Cero soy a la izquierda cuando sales de viaje Cuando te absorben tus telenovelas Cuando expresas tus hastíos Entonces tomo mis placebos Sustitutos del vino […]...
- Leves palabras I En las hojas del libro y en las horas insomnes todavía tu nombre conduce mis Canciones. Miro serenamente mi cielo gris de ausencia y […]...
- Poema del numero cero Cuando la muerte señala la fibra luminosa que somos, Cómo tiembla su luz, cómo parpadea con el viento repentino, Cómo se aterra al pensar en […]...
- Canción de la espera Espero tu sonrisa y espero tu fragancia Por encima de todo, del tiempo y la distancia. Yo no sé desde donde, hacia donde, ni cuando […]...
- Me visitó una nube… (poesía vertical v – 51) Me visitó una nube y me dejó al marcharse su contorno de viento. Me visitó una sombra. Y me dejó al marcharse el peso de […]...
- Cuando supe que tres de los espejos de la sociedad Cuando supe que tres de los espejos de la sociedad Tres respetos del brazo y orgullo de los hombres Tres y entonces madres Y comienzo […]...
- O, tres y quatro vezes venturosa ¡O, tres y quatro vezes venturosa, Aquella edad dorada, Que de sencilla, pura y no inuidiosa, Vino a ser inuidiada! Sobre la bien nacida yerua […]...
- Los tres esposos de la noche Negra cabellera enamorada Borges Habla la leyenda de una mujer morena apetecida, Noche. Seduce los espíritus Con sus joyas profundas y brillantes. Innumerables son los […]...
- Sombras A MAURICE ECHEVERRÍA ser una sombra (la luz malgasta su ser no traduce el enigma) ser la sombra de algo una lengua de oscuridad (torrente […]...
- Te acordarás un día Te acordaras un día de aquel amante extraño que te besó en la frente para no hacerte daño. Aquel que iba en la sombra con […]...
- A los tres aÑos y miedo Eva improvisa un castillo de arena Con una fiambrera. Ahora todo le vale. Le prepara viajes a sus muñecos En los zapatos monovolumen de su […]...
- Los tres deseos Lo que escucho de tus labios Es solo para mis oídos La fragancia de tu cuerpo Solo puedo poseerla Mientras me habitas Las caricias Las […]...
- Tres canciones (i) Puente de mi soledad: con las aguas de mi muerte tus ojos se calmarán. Tengo mi cuerpo tan lleno de lo que falta a mi […]...
- En la mesa de tres patas En la mesa de tres patas enfilaban los “tintos” La muerte giraba con ojos de lechuza y yo bailaba al compás de palmas que rasgaban […]...
- Baladilla de los tres puÑales He comprado tres puñales para que me des la muerte… El primero, indiferencia, sonrisa que va y que viene y que se adentra en la […]...
- Treinta y tres La edad del cristo azul se me acongoja porque Mahoma me sigue tiñendo verde el espíritu y la carne roja y los talla, el beduino […]...
- Historia de un día en tres esquelas I Vergüenza me cuesta, pero has de perdonarme. Hoy no asistiré a la Junta. El motivo es pecaminoso. Justamente de cinco a siete tengo que […]...
- Tres años ha, mi dios Tres años ha, mi Dios, que las impías Persecuciones ocasionan llantos, Y en sus profetas y ministros santos La crueldad ejecuta tiranías. Tres años ha […]...
- Tres grados de lo inefable Un día desperté y estaba hecha parque. Yo me vi con mi sangre pero parque. Imposible mostrar. Pero tanta luz…. Dividiendo por veintiocho muchas frondosidades […]...
- La historia de los tres reyes magos Introducción Dicho tu primer tormento, ¡o nuestro claro miralle!, aquel alto adoramiento, aquel sabio ofresçimiento no está razón que se calle, que los tres reys […]...
- Primero fueron horas Primero fueron horas, y luego días, largos años, subimos sin cesar. Vimos mañanas y noches que pasaron igual que un viento frío. Todo fue un […]...
- Carta a los tres magos de oriente Trazas de angustia, un rayo de dolor, Una veta de rabia, de locura, Y un cielo de ilusión hecha aventura Para dar a las alas […]...
- Tantas horas pasamos ante el fuego Tantas horas pasamos ante el fuego Que acabamos volviéndonos ceniza. Abrazamos los troncos lacerados, Adoramos la hojarasca de la tarde, La inútil yesca de algún […]...
- Del mancebo que se quería casar con tres mujeres Era un garçón loco, mançebo bien valiente, non quería cassarse con una solamente, sinon con tres mugeres: tal era su talente; porfiaron en cabo con […]...
- La niña escapa en tres venados hacia el fuego La niña escapa en tres venados hacia el fuego, no la sueñes junto a esas márgenes celestes. Tú habías esperado su llovizna, navegabas ya en […]...
- Pero un día se supo que tres veces el crepúsculo Pero un día se supo que tres veces el crepúsculo Veces el equilibrio de la maternidad Tres la continuación de nuestro territorio Sobre la superficie […]...