Somos perros que abandonan perros.
Discurrimos por senderos que recuerdan el sonido de los enjambres.
A los dioses no les aguarda un futuro mejor.
I
Voy a morir y ésos son mis linajes.
He venido a un lugar donde la belleza se mide en piedras de hombre para decirme;
he venido y permaneceré hasta trazar un contorno con las partículas de lo invisible
un contorno que me declame: nombre, rostro, olor, vulva del pensamiento.
He venido a nombrarme justo antes de que mis ojos se abran para siempre.
Porque no nací hija de patricios, aunque guste de los frutos del mar y también simpatice con la avena
porque no tuve habilidad para burlar a los mercaderes y no hay perdón, pues conocía las epidemias que esparcen
porque voy a morir de un mal elemental y va a ser en ausencia de héroes.
Ocurre algo sencillo y terrible:
el hambre condena, el frío condena
hay una muerte antes de la muerte y es una transacción
salvarse del hambre y el frío condena y en las horas se da una mudanza genocida donde pierden la vida vida e imaginación.
No de niña y no sé cómo pero creí finalmente a los nigromantes que gritaban desde las crestas de la ciudad
que la gesta había muerto, que es un tumor la pasión.