CANCIÓN DE LA AMANTE CELOSA (Como si Martín Vázquez de Arce la hubiera compuesto a una dama que le pretendía)
De las fuerzas que yo vi
La más fuerte y poderosa
Amén que asaz peligrosa:
El amor tuyo hacia mí.
Es una fuerza celosa,
Permanente y extremosa,
La cual porfía porfiosa,
De la que no puedo huir.
Es lástima, aunque me quieres,
Que me quieras con la lanza
Que más dolores alcanza,
Pues ni se pueden vencer
Ni me puedo defender:
La de los celos porfiados.
Pudiendo, si enamorados,
Vivir sin celos que infieres,
Los celos más obstinados,
Porfiantes y extremados,
Con que me quieres y hieres.
Oye, pues, doliente dama
E hiriente al par que celosa:
Es tu lanza dolorosa,
Porque al mismo tiempo que amas
Hieres con dudas sañosas
Que en nuestro amor tú derramas,
Pues que sólo tú las tramas.
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