Cabalgata de reyes

Siempre las cabalgatas me pillaron

Yendo hacia alguna parte y en constante

Lucha con el gentío. Verbigracia:

En el 92 quedé con Cuesta

Cerca de Riego, en el 91

Iba a la biblioteca, en el 90

Algo en la calle Uría…, y siempre el mismo

Molesto rebrincar y los ahogos

Entre niños pasmados y vejetes

Que tienen frío y padres de iracunda

Mirada y los camellos y los pajes.

¿Será esa sensación de que están todos

Perdidos menos yo, de que van todos

En dirección contraria, lo que siente

También un niño al dejar de creer?

No lo recuerdo. Pienso que los niños

Distinguen mal el interés común

De sus propios deseos. Les engañan

Los negros de mentira y las coronas

Doradas de cartón; bailan la música

Que les toca la orquesta, tan contentos.

Pero no de verdad. Luego los años

Se encargan de enseñarles el camino

Que no transitan padres ni camellos.

Siempre hay algo que hacer (eso les gusta)

Y van hacia algún sitio en dirección

Contraria en cada nueva cabalgata,

Chocando y entre ahogos, sin creerse

Las mentiras ni el negro. Y no sonríen

Y los padres les temen.

Imagino

Que así se explica todo: las miradas

Oscuras, el asombro de los niños

Y el frío de los viejos, que distrae

Un Rey Mago arrojando caramelos.


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Poema Cabalgata de reyes - José Luis Piquero