Apéndice

Pryscila no ve el mar.

Y, si una vez lo hubo, ahora está muy lejos.

Perdida y sin orillas, a veces está triste

Y da vueltas y vueltas por el fondo del agua.

Otras veces da un giro, se sumerge,

Y se ríe de las nubes que cruzan su ventana.

Y su color añil se vuelve tan intenso

Que da miedo mirarla.


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Poema Apéndice - Elsa López