Vuela más que otras veces,
Sol, desenlaza libre tu presteza,
Y mira no tropieces
En tu misma furiosa ligereza.
No alcancen a tus postas voladoras
Con pies de viento las sucintas horas;
Que con más honra volarás rogado
Que de mi sol vencido y afrentado.





Versos similares:
- Ganchos no pocos sobre un san benito Ganchos no pocos sobre un San Benito, el timbre son debido destas puertas, a todas horas por dinero abiertas como su dueña abierta de apetito. […]...
- La dama No queráis allá trocaros, que quereres estrangeros sabrán mejor agradaros pero no tan bien quereros; y si sois d’amor vencido mi firmeza y vuestro olvido […]...
- 4 (variaciones sobre el ser y el tiempo) Sabe a bosque la hora vespertina En que navega el sol hacia el ocaso, Cuando la tarde amarra como un lazo A la noche que […]...
- Afuera sobre los llampos Marcial lamento de las horas transito por un rostro sin marcas ni pliegues simulando tus labios ese gesto Los ojos vueltos en el viento escrito: […]...
- Al vulgo de antequera sobre nuestra señora de monteagudo Vulgo de mil cabezas, Justamente te espantas De ver en Antequera La dama de la Infanta. Cudicioso preguntas, Malicioso reparas, Inconstante en las obras, Novel […]...
- Sobre mi hombro Ved: sentado lo llevo Sobre mi hombro: Oculto va, y visible Para mí sólo: El me ciñe las sienes Con su redondo Brazo, cuando a […]...
- Soneto a la boca y ojos de su dama implorando piedad El Sol a noble furia se provoca Cuando sin luz lo dejas descontento, Y, por gozarte, enfrena el movimiento El aura, que de gloria se […]...
- Acuérdome una vez haber oído Acuérdome una vez haber oído Una fábula en que ejemplos toco, Notables de un ciprés, que en tiempo poco Hasta el cielo creció desvanecido. Burlábase […]...
- Dama desvistiéndose Se sentó en el borde de la cama Mirando fijamente hacia adelante Hacia su lado Con desgano se sacó un zapato y Luego el otro […]...
- Hirió una dama con una escopeta Hirió una dama con una escopeta a un pájaro que bajó a sus manos Amante ruiseñor que das al viento las quejas, donde vive mi […]...