Te quiero porque velas mis sueños más pequeños.
Porque vamos de compras por el mundo y sus cosas
Y escarbas en las plazas y comes peladillas
Y crees en las estrellas y en los Magos de Oriente.
Porque sabes oírme cuando estoy ciega y triste
O no tengo remedio.
Porque pintas historias de madres ateridas
Y de niños sin rostro.
Y porque hay en tus noches una estrella perdida
Que viene y se pasea por esa luna negra
Que tú has dado en llamar Orlando y sólo Orlando.