Soy este
Que va mí lado sin yo verlo;
Que, a veces, voy a ver,
Y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
El que perdona, dulce, cuando odio,
El que pasea por donde no estoy,
El quedará en pie cuando yo muera.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Grande es el odio (i) Grande y dorado, amigos, es el odio. Todo lo grande y lo dorado viene del odio. El tiempo es odio. Dicen que Dios se odiaba […]...
- Pour toi Estoy de ti florecido Como los tiestos de rosas, Estoy de ti floreciendo De tus cosas… Menudo limo de amores Abona mis noches tuyas Y […]...
- Vendrá un carro por mi cuerpo Vendrá un carro por mi cuerpo -¿en dónde estará mi alma? y se pasará a la puerta del jardín. Sobre mi caja negra y con […]...
- Llegando de esta ausencia Salve, Fénix, honor de esta ribera, Bien que afrenta del sol, salve, pastora, Que haciendo pobre a la rosada aurora Enriqueces la fértil primavera. Salve, […]...
- Epílogo Tres veces envuelto en tu piel. La primera vez Nos aburrimos de sabernos. La segunda De libres que nos queríamos Llegamos a encontrarnos solos La […]...
- Siempre es algo mas Esta espera No es venganza contra nadie Esta tristeza No es triunfo de nadie, de nada Este llanto es por ustedes Esta rabia es contra […]...
- Ausencia de dios Digamos que te alejas definitivamente hacia el pozo de olvido que prefieres, pero la mejor parte de tu espacio, en realidad la única constante de […]...
- Formas de la duda A veces todo es noche Abismo Oscuros círculos Relojes desconcertantes Noches sin más límites Que las ventanas Calles donde pasa la brisa Crujiendo entre los […]...
- Mi tribu De lago en lago, De bosque en bosque: ¿cuál es mi tribu? -me pregunto – ¿cuál es mi lugar? Tal vez pertenezco a la tribu […]...
- Hasta mañana Voy a cerrar los ojos en voz baja voy a meterme a tientas en el sueño. En este instante el odio no trabaja para la […]...
- Cuatro Cerrando estoy mi cuerpo con las cuatro paredes, En las cuatro ventanas que tu cuerpo me abrió. Estoy quedando solo con mis cuatro silencios: El […]...
- A pena tan esquiva, la muerte Tome tierra, que es tierra el ser humano* Luis de Góngora Sombra ardiendo en cuerpos fríos. Prisión enamorada, herido beso en silencio. Nube que pasa […]...
- Calla! ¡Calla! -no digas nada- deja que en silencio pueda arrancar de ti este adiós que nos duele. Guarda silencio por favor – no digas nada- […]...
- A cristina megía Te quiero porque velas mis sueños más pequeños. Porque vamos de compras por el mundo y sus cosas Y escarbas en las plazas y comes […]...
- Lázaro no nacido (ii) Yo soy aquél que no se fue de casa, que se quedó a morir, a marchitarse en el hogar materno, en el regazo de su […]...
- Redundancias Cuando pienso en tus labios, muchacha sin historia -tu diminuta fruta de carne y caramelo-, Una paloma blanca se posa en mi memoria Y una […]...
- Oceánica “… mi única patria, la mar”. José de Espronceda. Necesito un oleaje donde enterrar un sentimiento furtivo. Una ola de música sonrojada que deje escribirse […]...
- El viaje definitivo …Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros Cantando; Y se quedará mi huerto, con su verde árbol, Y con su pozo blanco. Todas […]...
- Villancico Si no os hubiera mirado, no penara, pero tampoco os mirara. Veros harto mal ha sido, mas no veros peor fuera; no quedara tan perdido, […]...
- Estado de ánimo A veces me siento como un águila en el aire (de una canción de Pablo Milanés) Unas veces me siento como pobre colina y otras […]...
- Del fusil y la rosa Un aire me circunda o me traspasa. Un aliento dulcísimo me embriaga Con una sensación desnuda y vaga, Porque la sombra alúmbrame la casa. Y […]...
- Soneto para mi última chaqueta Esta tibia chaqueta rumorosa que mi cuerpo recoge entre su lana, se quedará colgada una mañana, se quedará vacía y silenciosa. Su delicada tela perezosa […]...
- Memorial del adiós Voy a decir adiós Nunca lo dije Voy a decir adiós Lo estoy diciendo Todos los nunca llegan Adiós al tú que dije Al yo […]...
- A partir de hoy todo será posible El escenario se hace llamas: Imberbes a rapto de poder, Marionetas lamiendo su tajada. A partir de hoy todo será posible. Serán posible odio e […]...
- The day is in the sea, the night grows cold No siempre estamos desnudos, a veces Nos cubre el trapo negro que nos arroja el mundo: Un entierro sin ceremonia De un corazón de ciervo, […]...
- Dos islas No hago vida de mí. Cuando estoy solo no hago vida de mí. Te necesito a cada instante, siempre, incluso cuando no sé quién eres […]...
- Ligero como el canto que no acaba Ligero como el canto que no acaba Se ondula tu recuerdo en el verbero. Regresa y es el mismo. Despierto y no es un sueño, […]...
- Alondras que mueren deslumbradas (i) carne de la fiebre Carne de la fiebre diminuta donde el rencor olvida, tierra al fin donde medra el regocijo austero del amor, cien veces herida por la eternidad, […]...
- Hijos Por la hija que ríe estoy doliente, por el hijo que llora estoy en pena, porque los dos me han puesto la colmena del alma […]...
- Poema del ruiseñor Desde la rama del ciprés dormido el dulce ruiseñor canta a la luna y la invita a bajar hasta su nido… Ya ves qué casto […]...