Y no es porque el soneto se incorpora
Al solo presentir el blanco pliego;
Es que hay un exigir que se hace ruego
Y un ruego en la exigencia, que lo aflora.
¿Es que la virgen foja que enamora
Inflama el prodigioso y vivo fuego
Y descubre la estrofa al ojo ciego
Que le verá surgir como una aurora?
Temblando de ansiedad la mano deja
Algo que intenta ser lumbre y refleja
Avidez por la estrella que columbra…
Ya no es virgen la foja estremecida:
Por el milagro eterno está encendida
En la mágica vida que le alumbra.