Visita del grajo

El grajo que reposa en esta página

-el mismo que ha graznado en tantas otras,

Profetizando noches, carencias, desengaños –

No tiene constancia de su rango:

El frío del norte enciende su instinto

Al azar por los caminos del aire,

Pendiente de los hitos del insecto y la semilla.

Es grajo sin saberlo. No conoce

Las ropas que le cuelga mi superstición,

Los temores y equívocos que su vuelo despierta

Bajo la terca lividez del cielo.

Vive ajeno de sí,

Absuelto por un clima sin clemencia:

Yo lo contemplo desde la ventana

De mi vieja inquietud.

El pulso punitivo de mi ensueño

Construye un nido en esta página.

No sé si el grajo viene o es su sombra

La que ahora mira sin mirar, plegadas las alas,

Con ojos que me juzgan transparente,

Este grajo que trazo con mis dedos

Y en el frío de marzo grazna su indiferencia.

El negro de sus alas rima con la pizarra

Cuando de pronto tuerce el cuello

Buscando no sé qué, tal vez una salida.

Ignora que fabulo su reposo

A fin de que él encarne mis temores.


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Poema Visita del grajo - Jordi Doce