Otros esperan que resistas
Que les ayude tu alegría
Tu canción entre sus Canciones
José Agustín Goytisolo
Hay un pez cantor saltando por la ventana;
Salta, de las rosas viscerales de su vientre comen el augur y las ratas,
Las pálidas rosas crecidas de adentro huelen a muerte en el pecho del pez de tormentas,
Se arremolinan ante los ojos curiosos las vísceras delgadas,
Brillantes a las luces de neón y los flashes de las cámaras fotográficas.
El que salta es un pez suicida, pero me confunde esa muerte, le he visto alas en el intento,
Le asomo el morbo balbuceante y es cuando el pez comienza a serpentear entre los dientes de la bestia
Que quiere llevarse la mejor parte, escupe el animal asustado sobre el asfalto
Y el pez brilla nuevamente bajo la luna; salta, se sobrepone, escribo otras preguntas y no responde el pez;
Le pregunto, es el momento en que extiende sus brazos de pez, habla como un pez, toma otra bocanada de humo,
Burbujea en la atmósfera asfixiante y dice: tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja
Y el pez comienza a alejarse de mí, abriendo surcos entre los augures sale de la cueva del odio,
Cantando, sin volverse a mirar sin hablar, sólo una canción de espaldas;
Podría sentirme ignorado pero el pez cantor no es un pez, es un ángel y está ofreciéndome las alas.