Súplica

Déjenme entrar allí
Donde pastan las hormigas de otros cuerpos.
No me cierren las puertas
Donde muero
Sin dolor y sin poema
Sin reloj
Sentada en el último banco de mis versos.

Déjenme entrar allí
Donde no hay bruma en la palabra
Donde el cuerpo
Sienta el equilibrio de los ojos despiertos;
Allí, donde los muertos
Tienen su propio corazón latiendo.

Déjenme entrar allí
No me nieguen el agua de una estrofa
Para calmar la sed de tantos sueños.


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Poema Súplica - María Eugenia Caseiro