Te llamé por teléfono.
Era el silencio en punto de tu ausencia
En mi pieza sin tiempo
Te llamé con insistencia
La llamada se extendía por el aire
La llamada sin respuesta
Como un grito agonizante
Inundaba el vacío callado de tu casa
Y sonaba tristemente a nadie
Colgué. hice otra llamada
La misma cruenta voz que se partía
La misma temblorosa campanada
Me pareció que tenía algo de risa
Recorrí en mi memoria todo el ámbito
Un silencio sonoro que dolía
Volví a cortar. Estoy pensando
Ahora en los venarios corredores, en la puerta
En los discos quietos y callados.
En la paz tranquila de la mesa
En el pasillo ahortal que se derrama
Y que pasa delante de tu pieza
Al pasar me fijo en la ventana
Tu mundo de misterios escondidos
Y me siento de recuerdos en tu cama
Se me sube a los ojos el vacío
Se encarama tenaz a mi garganta
Me siento encerrado en el delirio
Ahora pienso y se me anega el alma
Que tal vez cuando te llame nuevamente
Me responderá el silencio de tu casa
Y mañana y después al día siguiente
Y también después de una semana
Y otra más y después ya para siempre
Hasta que yo sepa de verdad qué pasa
: que sólo existes en mis sueños de demente.