Me verás sonreír, amiga mía,
Con aquel gesto frívolo de antaño,
Y hay un viejo dolor que me hace daño,
Un dolor que me duele todavía.
Porque no en vano pasan día y día,
Y día a día llegan año y año,
Y el júbilo de ayer se queda huraño
De soledad y de melancolía.
No te engañes, amiga, con mi engaño:
La copa en que bebiste está vacía,
Y el oro de sus bordes se hizo estaño;
Y esta frágil corteza de alegría
Cubre un viejo dolor que me hace daño,
Un dolor que me duele todavía…