Al parecer volvía a repetirse
Esa extraña costumbre de quererte
De dormir en tu cuerpo y de tenerte
En mis brazos que quieren redimirse
No quisiera pensar que he de perderte
Por ese torpe hábito de irse
De quedarse callados sin decirse
Lo que mi corazón te grita al verte
Yo era un hombre y tu una mujer, de tierra
Y en tus surcos echó raíces mi alma
Naciendo brotes que nos dieron tierra
Tu una mujer, una llanura en mi alma
Y yo aquél hombre que besó esa tierra
Y hoy vuelve a amarte compartiendo su alma.