Feliz este vecino que a su hora
En punto, como un clavo, está en el tajo.
La cajera con cola que demora
Y atiende y nos sonríe con desparpajo.
Feliz el autobús, la línea 6,
La que pica el billete, casi anónima,
Gente feliz que ni siquiera veis
Y de por vida ataron a una nómina.
Los maltratan y pisan como a uva
Y han vertido su sangre en una cuba.
Ellos serán el vino indispensable.
Bendito el sol que acude puntual
Y hasta el lunes más lunes, laborable,
Le da su vino rojo a cada cual.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Malditos sean malditos sean los lunes con sus labios muertos con sus devaluaciones y fragmentos con el agua envenenada de tiempo con la tierra estremeciéndonos los huesos […]...
- Adiós a septiembre Yo esperaba que septiembre y sus idiotas días pasaran como un tranvía por las calles Usted también y septiembre Bulliciosa lenta para perderse al fin […]...
- Septiembre. ausencias Un enjambre de agujas acribilla Los momentos en que el tiempo y la distancia Arremeten con acertijos Tanto han girado las manecillas Que sobreviven pacientemente […]...
- Apoteosis a la paz (septiembre 1993) Cuando el abismo era más hondo y llamas, fragor y muerte se fundían en el cruzado fuego y cada noche y cada amanecer aquellas salvas […]...
- ElegÍa de septiembre Cordero tranquilo, cordero que paces tu grama y ajustas tu ser a la eterna armonía: hundiendo en el lodo las plantas fugaces huí de mis […]...
- Septiembre negro Yo pisaré las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentado y en una vieja plaza liberada me sentaré a cantar por los ausentes. Pablo […]...
- Aquel septiembre tú habías empezado Aquel septiembre tú habías empezado A decírmelo todo, Como si después de tantos años No supieras que daba igual Saber el nombre de las cosas. […]...
- Árboles Los contemplo en mi sueño, Despiertos y elegantes… Quietos ellos; Yo inmóvil. Se extienden ellos, plenos, musicales. Mis pies, fijos, envidian su feliz Viaje. Ellos […]...
- De temáticas Ellos que sin perderse no se identifican tienen asegurado el cóncavo donde guarecerse. Ellos saben comprobarse aún sin trazos, sin marcas, sin adornos; extenderse en […]...
- Nadie ha vertido Nadie ha vertido sobre su alfombra las tinajas ni golpea en su noche los barrotes del sueño -ella intenta alcanzarlos- pero nadie nadie es el […]...
- AnacreÓntica Cuando bebo el suave vino Cambio las cuerdas y el viento Afina bien mi instrumento Y renueva su destino Cual ruiseñor con su trino En […]...
- Al triunfo de judith Cuelga sangriento de la cama al suelo el hombro diestro del feroz tirano, que opuesto al muro de Betulia en vano, despidió contra sí rayos […]...
- Entonces Ap. 21, 1 “…y ya no había mar.” Entonces, será entonces cuando al fin pueda verte Sin símbolos, sin velos, cuando ya la plegaria No […]...
- Fe de erratas Para Gabriela, la de ahora Tuve una hija. Sufrí mientras nacía, fui feliz cuando pude ver su rostro. Creció cantando, persiguiendo al sol. Un día […]...
- Sonetos corporales (viii) Vuela la noche antigua de erecciones, Muertas, como las manos, a la aurora. Un clavel prolongado desmejora, Hasta empalidecerlos, los limones. Contra lo oscuro cimbran […]...
- Balada del mal genio Hay días en que siento una desgana de mí, de ti, de todo lo que insiste en creerse y me hallo solidariamente cretino apto para […]...
- No fueras tú mujer No fueras tú mujer, y no eligieras Interesables gustos. Si tú amaras, Mis dotes naturales abrazaras, Sus miserables bienes pospusieras. Adora a un monstruo de […]...
- Madrigal efusivo Déjame amar tus claros ojos. Tienen lejanías sin fin, de mar y cielo, y sus fulgores apacibles vienen hasta mi corazón como un consuelo. Deja […]...
- Obligaciones Hoy tendré que decirles A mis amigos los árboles Que ya no está; A ellos que una vez Me vieron feliz Venir a contarles de […]...
- Gorriones La mañana de Santiago está nublada de blanco y gris, como guardada en algodón. Todos se han ido a misa. Nos hemos quedado en el […]...
- Subida Hay niebla espesa en la cumbre Pero sigo monte arriba Peregrinando entre nubes, Llenando más mi medida. Ladera de piedras rojas Y de tomillo fragante. […]...
- Mi despensero ¿Qué me das? ¿Chipre? Yo no lo quiero: Ni rey de bolsa Ni posaderos Tienen del vino Que yo deseo; Ni es de cristales De […]...
- El traidor a las palomas Soy el traidor a las palomas. Antes, cuando fui su amigo, las sostuve temblando. Ahora, vibrante, las acoso Y les doy muerte con mi lengua. […]...
- Brindis He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío: Una blanca, otra roja, como tu amor y el mío. Y he aquí que, lentamente, las dos […]...
- Déjame que me duerma Déjame que me duerma en mi mentira Para poder, mañana, abrir los ojos. Déjame que me engañe y que me diga Que sí, que soy […]...
- La suavidad del pan La suavidad del pan que no ha nacido sostienen sus caderas, un lomo terso de venado, la curvatura del melón, altas mejillas donde escribió su […]...
- Los creadores Los hombres sentimos envida de los dioses: ellos están en el cielo y nosotros, en la tierra, ellos vuelan sin necesidad de alas y nosotros […]...
- A nuestra cama vino a encallar la luna A nuestra cama vino a encallar la luna. Dejó este peine, este nácar, este néctar. Puso una seda brillante a tu aspereza. Puso un cristal […]...
- Déjame esta tarde solo para mí Déjame esta tarde solo para mí, que tengo la voluntad perdida en el frío. En olvido inmenso crecen y mueren los pájaros. Hace un siglo […]...
- Serenata Al bien que idolatro busco Desvelado noche y día, Y la esperanza me lleva Tras su imagen fugitiva, Prometiéndome engañosa Felicidades y dichas: Ángel tutelar […]...