RÍO TAJO DE LAS CUMBRES (Caballero erguido de Molina de los Caballeros o El brusco zumo del ruido)
El Tajo va por Molina
Como caballero erguido,
Alto de peñas sesgadas
Y de hondonadas bruñido.
Las gargantas de la rocas
Cortan espumas de vidrio;
Terca lucha entre lo duro…
De la corteza y el río,
Iniciada con los sones
Del comienzo de los siglos.
Cincel, escoplo, taladro,
Hacha, tenaza, cuchillo,
Aparejos de guerrero
En forma de agua de río.
De cuando en cuando remansa
En aljibes pensativos
Y en su derredor congrega
Vasallos sauces y pinos.
Cercado incienso, las aguas
Mueven perfumes fluidos,
Injertados de fragancia
Mezcla de estambres y limo.
Corriente ahíta en que el sol
Filtra rayos encendidos,
Para que, reverberando,
Se agiten colores nítidos:
Verdes ondas, blancas llamas
Y azules tonos esquivos;
Sinfónico sucederse
De reflejos y de brillos.
Luego yergue la cabeza
Para lanzarse al peligro
Como una cúpula de agua
Orgullosa de su filo.
En la lucha constructora
Resoplan largos bramidos,
Como esfuerzos aumentados
Que rebotan por los riscos.
Furiosas por el combate
Gotas saltan en racimos,
Exprimiendo de su seno
El brusco zumo del ruido.
No pregunta por las rutas
Quien se taja los caminos.