Levanta de la fe el blanco estandarte
Sobre el polvo que cubre la batalla
Mientras la ciencia parlotea, y calla
Y oye sabiduría y obra el arte.
Hay que vivir y fuerza es esforzarte
A pelear contra la vil canalla
Que se anima al restalle de la tralla,
Y ¡hay que morir! exclama. Pon tu parte
Y la de Dios espera, que abomina
Del que cede. Tu ensangrentada huella
Por los mortales campos encamina
Hacia el fulgor de tu eternal estrella;
Hay que ganar la vida que no fina,
Con razón, sin razón o contra ella.