Prófugo de la sal

Ligera y bonita,
Conuna canasta de rosas,
Trajiste a mi siembra pistilos y arraigos,
Ensueños y aromas.
En ti descansaron mis remos
Después que hizo brecha mi instinto en las olas;
Tu isla se alzaba insinuante,
Grité la esperanza erguido en mi proa.
Entré a tus contornos
Como una incisión emotiva, imperiosa;
Sentí tu afluencia en mi sangre
Y supe tu clima llegando a la orilla sonora.
Mis ropas estaban deshechas de sol y salitre,
Y tú me abrigaste por dentro de inéditas ropas.
Granjeros celestes hicieron tu zafra;
Trapiches abstractos vertieron deleite en tu alcoba;
¡qué estirpe de azúcar tus besos!,
¡qué dulce linaje se escuda en tu boca!
La hondura más alta es la esfera que abarcan tus brazo
Abismos de gloria,
Prisión insondable
Soy reo feliz en tu cárcel recóndita.
Hoy eres tatuaje en mi alma,
Hoy eres raíz en mi arteria sin dogmas,
Hoy eres promesa de génesis albo en mi origen,
Hoy eres aliento de luz en mi sombra…
Pero más que tatuajes, raíces, promesas y alientos,
Hoy eres mi esposa.


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Poema Prófugo de la sal - Luis Mario