Postal de guanabacoa

Junto a mi casa vive la mulata que me visita en sueños
Hoy es domingo
y ya dieron las diez
Sale la negra a tomar dulce sol después del baño
cubierta apenas por una toalla rabiosamente azul
No sabe que hay un alma mirándola encendida
viendo como la toalla la forma y la deforma
la conforma en su negror carnal brutal animal
y hace correr la sangre más ligera
Entrecierra los ojos
bebiendo astillas de luz por las pupilas
El vapor se desprende de sus pies
de sus desnudas pantorrillas lisitas como un mango
de sus rodillas plenas de sus muslos soberbios
de su injusta cadera y de sus ancas con furia acariciadas
por los pliegues voraces de la toalla
El vapor se desprende de la encrespada mata de su pelo
Toda ella humea en la dulzura azul de la mañana
(Bajo la toalla debe humear también su crespa rosa negra)
Entreabre la boca:
saca la lengua como probando el aire
Humedece el grosor de sus labios
que brillan ante un sol cada vez más caliente
(Una humedad igual debe brillar también bajo la toalla)
Quema el sol
Quema el tiempo
Ella cubre su rostro con la mano:
por ese leve movimiento
los pechos densos vencen
el nudo de la toalla
El calor crece
Su cuerpo negro llena la mañana
Tumba y retumba mi tambor interno
Danzo lúbricamente alrededor del tótem que ha crecido
en el centro de mí
Voy a bajar
Ya no resisto más
Por ti mulata traicionaré a mi patria.


1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (1 votes, average: 5.00 out of 5)

Poema Postal de guanabacoa - Efraín Bartolomé