A Miguel…
[ Madrid, 1991 ]
Por si un día haya de ser real
Cuanto hubimos soñado, me sueño en una tarde
Idéntica a esta tarde. Con esta misma luz
Envolviendo las ramas de la acacia. Y el aire
Encendido del pájaro cuando anuncia la hora
Que declina. Me sueño con vosotros. Que amarga
Me ha de ser la memoria si no estáis, luminosos,
Como ahora a mi lado, semejantes a dioses,
En la umbría desnuda de la tarde que acaba.