Otro dÍa

Que alguien se pudra por acá
no debe espantar a nadie.
El aburrimiento
se acompasa con el canto de las cigarras.
Cae la tarde
no el bochorno.
Este alboroto de urracas
¿será por la disputa de algún gusano?
El verano es uno.
La llamarada azul del cielo
se apaga poco a poco en las tinieblas.
La montaña permanece en su sitio.
El pensamiento
busca otra presencia donde detenerse.
El alma tropieza con una copa.
Mañana, seguramente, será otro día.


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Poema Otro dÍa - Eduardo Zambrano