Allí estaba el Silencio, de rodillas
En un rincón de la luz. ¿Oraba? Un gesto
Le floreció las manos transparentes.
En sus ojos – dos circulos de ausencia-,
Se irisaba un perfume. Y en sus labios
Inmóviles – dos pétalos de sombra-,
Se ensortijaba un eco de rocío…
Allí estaba el Silencio. Sus cabellos
-luz crespa, sol de fibras, fronda de oro-,
Le iluminaba el perfil exangüe.
Allí estaba el Silencio. Allí, sin sombra
En la luz. fue un instante.
Y ascendía
Su mirada – una ráfaga de aroma.
Allí estaba el Silencio. Fue un instante…