Once de marzo

Madrid, alma de España:
Hoy un viento de sangre
Que brota de tus venas de acero se levanta
Oscureciendo el sol. Díme: ¿por qué te hiere
Una muerte extrajera que trocó su guadaña
Por la gumia de un odio
Que ocultaban los siglos y la arena del Sahara?
Madrid. Once de Marzo.
Tu pueblo atardecido de dolor se derrama
Por tus calles manchadas de pólvora asesina
Improvisando, urgente, un ancho mar de lágrimas
Con que lavar tu herida.
Madrid. Plaza de España,
Plaza del universo por la que vaga umbrío
Corneándolo todo el toro de la rabia,
Entre cristales rotos
Y venas reventadas,
Entre niños hoy huérfanos de padres y sonrisas,
Entre balcones muertos y flores enlutadas.
Madrid. Clamor insomne.
Ciento noventa gritos de silencio que estallan,
Ciento noventa gritos que no callarán nunca
Porque han puesto su nido en miles de gargantas.
Viejo Madrid, Atocha,
El Pozo, Santa Eugenia: tres purulentas llagas
Por las que te desangras, Madrid, mientras contigo
Toda la paz del mundo se quema entre las llamas
De una hoguera de hierros
Y espantos retorcidos. ¡Madrid, Madrid, levanta…!
Alza tu piedra antigua
Que la lluvia reclama
El honor de limpiar con su llanto la sangre
Que salpicó tus nardos. ¡Madrid, álzate y anda!
No ha nacido el que pueda quebrantar tu alegría.
Tus gentes te sustentan y hasta tus mil estatuas
Hoy quieren cobrar vida
Y formarte una guardia
Para velar tu duelo: Quijote, Sancho Panza,
La Cibeles, Cascorro, y Valle Inclán pugnando
Por enjuagar tus lágrimas con su vieja bufanda.
Madrid, alza tu frente,
Que ya sabemos todos que el dolor te agiganta,
Que nunca hubo en el mundo, Madrid, viejo entresuelo
De eternidad, espada
Capaz de doblegarte, capital del orgullo,
Urbe de la esperanza…


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Poema Once de marzo - Ramón Graells Bofill