No fallen los caballos del encabalgamiento
que abren los sentidos, los sentidos
que se abrieron en cuatro como a Túpac
Amaru. No digan los sentidos encabalgados
en su locura lo contrarío a lo que quiero:
la precisión del sentido, no el desbocamiento
de esta falsa totalidad que presentimos, atentos
a ese amargo amago de completud. Serán como una red
si fallan, serán como otra red.
Lo que no supe decir que no lo digan los caballos.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)Versos similares:
- Vuelven los caballos Vuelven los caballos Ágiles, Elásticos, Piafantes, Resueltos, Las ancas lustrosas, Los ojos eléctricos, Los nervios tensados como cuerdas de arco, Las crines al viento Y […]...
- Los caballos de suro vienen por el viento Ya llegó la vendimia De los frutos sin nombre, En donde en cada germen Que oculta la simiente Hay un hálito macho Gozando una doncella; […]...
- Los caballos de los conquistadores ¡Los caballos eran fuertes! ¡Los caballos eran ágiles! Sus pescuezos eran finos y sus ancas relucientes y sus cascos musicales… ¡Los caballos eran fuertes! ¡Los […]...
- También mueren caballos en combate También mueren caballos en combate, y lo hacen lentamente, pues reciben flechazos imprecisos. Se desangran con un noble y callado sufrimiento. De sus ojos inmóviles […]...
- La oraciÓn de los caballos viejos Por los callejones y las alquerías Que el sol ilumina con leves reflejos, Recordando siempre sus mejores días Pasan renqueando los caballos viejos, Llenos de […]...
- No digan sus patas lo que no canté No digan sus patas lo que no canté. Que las patas de los caballos no hablen por mí. No soy el amante de la velocidad […]...
- Ya no te quiero, pequeña Ya no te quiero, pequeña ahora amo a los caballos. Mañana amaré a las islas y pasado será alguna ave. (Tal vez en tres años […]...
- Final de plata amargo (amparo) (A Arturo Mom) Amparo, Vine a tu mar de trigos y caballos. Tu mar dulce tenía sabor de plata amargo, de plata, sin saberlo, en […]...
- El hombre es un animal El hombre es un animal que ríe o es un animal que llora pero ¿cuándo es un hombre que piensa? Pues así como vamos harán […]...
- De don francisco de padilla, castellano de milán A este que admiramos en luciente, Émulo del diamante, limpio acero, Igual nos le dio España caballero Que de la guerra Flandes rayo ardiente. Laurel […]...
- Árboles Ignoramos el sueño cerrado de los árboles, Su dicha vegetal. Nos inquieta su tibia cercanía Cuando un atisbo de fuego presentimos. Hondos Son sus anillos, […]...
- Pastores de belén Las pajas del pesebre, niño de Belén, hoy son flores y rosas, mañana serán hiel. Lloráis entre las pajas de frío que tenéis, hermoso niño […]...
- La estrechez del mundo En el límite de todo, tú adorada mía ahora que la sal del hierro no corroe los ligamentos del esperma, vienes a mí blanca, etérea, […]...
- Atardecer Atardece de nuevo y un día más ciudades diferentes Nos enseñan sucesivos ocasos. Mañana Volveremos a encontrarnos, pero hoy, ¿cómo hablarte De las horas que […]...
- Palabras 6 El tinglado del poema cruje a veces Una astilla que estalla y se hace estrella Un clavo torpe que encuentra la luz del otro lado […]...
- Intima Ayer te vi… no estabas bajo el techo De tu tranquilo hogar, Ni doblando la frente arrodillada Delante del altar, Ni reclinando la gentil cabeza […]...
- Labios del poniente (9) dicen que los caballos van dejando de existir, les creo, aquí no hay caballos perdidos en la noche, dicen haber terminado con los perros vagabundos, […]...
- Llegan las mujeres Llegan las mujeres a servir copas de lágrimas para que mi bestia de luz libe para que el Humor haga estallar de risa el océano […]...
- Hermitaño quiero ser Hermitaño quiero ser, por ver. Hermitaño quiero ser. Por provar nueva manera mudar quiero mi vestir, porque en el traje defuera desconoçan mi bivir. No […]...
- Letrillas y romances Las flores del romero, niña Isabel, hoy son flores azules, mañana serán miel Celosa estás, la niña, celosa estás de aquel dichoso, pues le buscas, […]...
- Alondras que mueren deslumbradas (i) corazón tan astuto Corazón tan astuto del placer, que inocula y engaña la estricta soledad de los amantes con su raro bálsamo, con su minuciosa muerte de caricias […]...
- …la noche ofrece sapos, perros negros y cadáveres ahogados Una mujer se lava cada noche Con un agua pura, imperiosa, Así sople el fuego o el hielo, Así echen abajo las puertas Y entren […]...
- Amor a riesgo total La poesía que yo heredo Camina con ojos atentos Y puede llegar el momento En que sus versos no admitan Quedar a brazos cruzados Y […]...
- Primera parcela Las pocas personas que hablan de mi país Lo confunden con una provincia de Brasil O con la tierra primera que pisó Cristóbal Colón Cuando […]...
- Tienes dos nombres, luz, dos pensamientos Tienes dos nombres, Luz, dos pensamientos, En los más puro de mi voz centrados, A retener tu imagen consagrados En la frágil prisión de dos […]...
- Mi propio amor Mi propio amor entie[n]do q[ue] es la cierta Causa que mi ganado sin contento Se rige apena en pie; no lluuia o viento, Ni pasto […]...
- Poema del secreto Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía, y no volver el rostro para verte pasar. Puedo apretar mis labios un día y otro […]...
- A un joven con abanico Y qué encantadora es tu inexperiencia. Tu mano torpe, fiel perseguidora de una quemante gracia que adivinas en el vaivén penoso del alegre antebrazo. Alguien […]...
- Días sin dioses Dije adiós y perdí los dioses lares de aquella casa con olor a tierra, de aquella aldea breve como un presentimiento, con su humo de […]...
- Canto de los hijos en marcha Madre, si me matan, Que no venga el hombre de las sillas negras; Que no vengan todos a pasar la noche Rumiando pesares, mientras tú […]...