Tanto pariente, tantas cosas, tantas casas,
Tanto empeño, tanto trabajo, tantos desvelos,
Tanto embeleco sobre la cómoda, tanto papel revuelto
Por todo el piso y hojas blancas y sucias con pies y
Manos y labios en la solitaria pieza vecina y
Tanta familia familiar reunida y ruido, y ruido y
Tanta foto a color y en blanco y negro y
La familia ante todo, cuidado con las palabras y
El comentario y ese gesto procaz que los niños
Uno nunca sabe, el ejemplo, el ejemplo, ¿a ver,
Haber?
Tanto orden, tantos cuidados, tanta norma, tanta educación
Tanto viaje, tanto comentario, tanta lindura, tan habilosa
Tanto cubierto y servilleta y mantel con plato y copa,
Tantos manjares, y fuentes y bordados en el mantel.
Tan cumplido es un encanto, un verdadero encanto y
Tanto éxito, tanta fineza, tanto deber, tanto deber siempre
Para que lo gocemos todos, en postales, en recuerdos,
Qué responsable, el deber ante todo el deber siempre
¡qué amor, pero qué amor!
Ma r í a Iné s Za ldí va r_Antologí a e s enc i a l 39
Tanto adjetivo, tanto adverbio, tanto grito
Tanta soledad y hambre en el estómago
¿dónde está el sustantivo y la cocinera
Y la cocina, para comer con las manos y en silencio?
Una suave y pesada cortina de pestañas,
Una fragante mortaja de lino en el iris,
Un destello eterno de luz en la pupila,
Ocultan tras un astigmatismo sagrado,
Tornasol,
Bastillas mal planchadas, costuras desprolijas de vestidos
Avaros olores escondidos de ratas que no besan la mejilla,
Geografía decadente de venas azuladas sobre lechosos cauces
Y una cancha limpia por donde recién
Hace un par de horas pasó,
Implacable,
La hoja de afeitar.