Mujer como de plata y luna llena
Por los imbornales de tu piel
Se desgrana tu cítrica fragancia
Y tu sonrisa de púrpura amapola.
Te allegas a la boca como un buen vino
Inundando los sentidos con aromas de bosque
A fruta fresca, miel y resina perfumada.
Llenas el espacio con el vibrante resonar
De una orquesta de metales
Que transmitiera el canto primigenio
De la Madre Tierra,
Que se abre camino a través de todos los sistemas siderales.
Eres volcán y cordillera,
Te enraizas en las profundidades de la tierra
Y elevas sobre el horizonte, navegando,
Velera como el cóndor,
Sobre el infinito azul del día.
Desde tus ojos se ven los paisajes indelebles de la historia.
Los amplios campos y caminos que recorrerá la especie
Ya se pueden vislumbrar envueltos en la neblina
Del amanecer de tu cuerpo.
Mujer, de carne blanca y alabastro
Como flor de magnolia
O de orquídea o azalea…
Mujer de sugestión y magnetita
En la mirada, sueño deleitoso,
Sol que baña el mediodía,
Desgranas tu canto embrionario
Atrayendo, sirena, todos los rumbos
Navegables por óceanos y aires.
Mujer, hermosa playa perfumada
De coralinas arenas y dunas blancas
Te peina el viento veraniego
Y parecen no poderte tocar
Las galernas del invierno,
¿Cómo evitar mirar en tus profundos ojos minerales,
Puertas al indeleble pasado
Y balcón impaciente ante el futuro?