Menoba, que con turbia i alta frente
buelas veloz al gran Tarteso río,
horrible a fuerça del pluvioso i frío
Austro, la selva oprime tu corriente.
I vi yo cuando en la sazón ardiente,
corriendo apena, de cristal vazío,
ella te defendió del cano estío,
de tu ceñido umor mustia i doliente.
No des al aire, pues, ô río sagrado,
raízes de tan fiel i generosa
selva que te asombré al estivo fuego.
Templa la saña i el confuso i ciego
hervir de tu profunda agua espumosa;
assí discurras puro i dilatado.