Me revientan las venas de palabras
mientras el corazón golpea en mi cabeza.
Mil pensamientos me desordenan el alma
que de tanta paz disfrutó en tu ausencia.
Te veo para odiarte y me marcho para ser feliz,
Pero nada es posible. Yo soy tu amante,
y aunque el cielo se acabe y nos libere la muerte
no me podrás abatir con tu afán de inmolarte.