Los muertos mandan. ¡Sí, tú mandas, vida mía!
Si ejecuto una acción, digo: “¿Le gustaría?”
Hago tal o cual cosa pensando: “¡Ella lo hacía!”
Busco lo que buscabas, lo que dejabas dejo,
amo lo que tú amabas; copio como un espejo
tus costumbres, tus hábitos…, ¡Soy no más tu reflejo!
13 de julio de 1912