Cuando no te toque ni un soplo de mis dedos
Y escarbes sola desde el rincón de los recuerdos,
Piensa en el dolor que a ratos me hiciste beber,
En la hiel de tu concupiscencia inconsciencia,
En el sorbo de muerte que me diste
Cada vez que me quedaba con la mano
Rozando el viento
Pidiéndole panes a la luna.
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