Para Toño Cardenal
En el año más crudo de la guerra
Y en lo mejor de la batalla
El combatiente llevándose a los ojos
La muñeca abierta
Exclama:
“mi mano, la he perdido”.
Pero al mirar en su derredor
Donde la sangre tibia
De sus hermanos grita,
Se sacude y dice:
“no importa, tengo la vida”.
En el año más crudo de la guerra
En lo mejor de la batalla
Lucha
Y al mirarse el pecho junto al trueno
Quemado
Gime: “me han herido”.
En el fondo de su delirio
Sus hijos
Hambrientos
Le gritan:
“camina, padre, camina,
¿volverás, sí?.
Es el año más crudo de la guerra.
Un tiempo justo para morir.
Y ahora sabe que ningún ojo
Ni una oreja de menos
Ni siquiera las heridas
De su corazón
Pueden evitar que escuche dentro de si
Toda la vida que lleva dentro.