Las estaciones

Hay un invierno que acecha
en el horizonte.
Sólo veo sus grandes ojos
que sobresalen
del lodo,
sus ojos de viejo hipopótamo cansado.
Me está mirando desde que nací.
No parpadean.
Apenas quedan estaciones en mis manos.
Pasan las primaveras.
Las estrellas brotan
puntuales como las semillas.
Las amapolas escupen
sus pétalos de sangre
cuando las corto,
coágulos de colores,
flores efímeras de la infancia.
Me están mirando desde que nací.
No parpadean.
Pasan los veranos.
La luz escribe
mares que desconozco,
y llanuras azules
de soledad que ciega.
En otoño se deshojan mis pupilas,
mi sangre cambia de color
para esperar al frío.
Las palabras se vuelven
amarillas y crujientes.
El poema se escribe en la niebla
y desprende vaho cuando respira.
El poema me mira fijamente
desde que nací.
No parpadea.
El hipopótamo oscuro
se estira en el horizonte.


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Poema Las estaciones - Amalia Iglesias Serna