Besó la cabeça con lágrimas e púsola en su lugar,
E la de Gonçalo su fijo el menor fue tomar,
Mesando sus cabellos, faziendo duelo grande.
“Fijo Gonçalo Gonçález, a vós amava más vuestra madre.
Las vuestras buenas mañas ¿quí las podría contare?:
Buen amigo para amigos e para señor, leale;
Conosçedor de derecho, amárades lo judgar,
En armas esforçado, a los vuestros franquear,
Alançador de tablado nunca omne lo vido tale;
Con dueñas e donzellas sabíades muy bien fablar
E dávades las vuestras donas muy de voluntad
Donde érades más amado que otro cavallero de prestar
Meester avía agudeza quien con vos razonase,
Mucho sería agudo si la primera non levase.
Los que me temían por vós, enemigos me serán,
Aunque yo torne a Lara, nunca valdré un pan;
Non he pariente ni amigo que me pueda vengar:
¡más me valdría la muerte que esta vida tal!
E en esto comediendo, amortescido se ha,
La cabeça de las manos sobre las otras se le cae,
Quando cayó en tierra de sí no sabía parte.
Pesó mucho a Almançore e començó de llorare;
Con grant duelo que d’ él ovo dixo contra Alicante:
“Non morrá aquí don Gonçalo por quanto Córdova vale,
Ca yo vi quánta traición a él fizo Ruy Velázquez.”
[…]