755
siempre andaba retobao:
con ninguno solía hablar;
se divertía en escarbar
y hacer marcas con el dedo,
y en cuanto se ponía en pedo
me empezaba a aconsejar.
756
Me parece que lo veo
con su poncho calamaco,
despues de echar un güen taco,
ansí principiaba a hablar:
“Jamás llegues a parar
ande veas perros flacos.”
757
“El primer cuidao del hombre
es defender el pellejo.
Lleváte de mi consejo,
fijáte bien en lo que hablo:
el diablo sabe por diablo,
pero más sabe por viejo.”
758
“Hacéte amigo del Juez;
no le des de que quejarse;
y cuando quiera enojarse
vos te debés encoger,
pues siempre es güeno tener
palenque ande ir a rascarse.”
759
“Nunca le llevés la contra,
porque él manda la gavilla:
allí sentao en su silla,
ningún güey le sale bravo;
a uno le da con el clavo
y a otro con la cantramilla.”
760
“El hombre, hasta el más soberbio,
con más espinas que un tala,
aflueja andando en la mala
y es blando como manteca:
hasta la hacienda baguala
cai al jagüel con la seca.”
761
“No andés cambiando de cueva;
hacé las que hace el ratón.
Conserváte en el rincón
en que empezó tu esistencia:
vaca que cambia querencia
se atrasa en la parición.”
762
Y menudiando los tragos
aquel viejo, como cerro,
“No olvidés”, me decía,”Fierro,
que el hombre no debe crer
en lágrimas de mujer
ni en la renguera del perro.”
763
“No te debes afligir
aunque el mundo se desplome.
Lo que más precisa el hombre
tener, según yo discurro,
es la memoria del burro,
que nunca olvida ande come.
764
“Deja que caliente el horno
el dueño del amasijo;
lo que es yo, nunca me aflijo
y a todito me hago el sordo:
el cerdo vive tan gordo,
y se come hasta los hijos.”
765
“El zorro que ya es corrido
dende lejos la olfatea;
no se apure quien desea
hacer lo que le aproveche
la vaca que más rumea
es la que da mejor leche.”
766
“El que gana su comida
güeno es que en silencio coma;
ansina, vos, ni por broma
querás llamar la atención:
nunca escapa el cimarrón
si dispara por la loma.”
767
“Yo voy donde me conviene
y jamás me descarrío;
lleváte el ejemplo mío,
y llenarás la barriga:
aprendé de las hormigas:
no van a un noque vacío.”
768
“A naides tengás envidia:
es muy triste el envidiar;
cuando veás a otro ganar,
a estorbarlo no te metas:
cada lechón en su teta
es el modo de mamar.”
769
“Ansí se alimentan muchos
mientras los pobres lo pagan;
como el cordero hay quien lo haga
en la puntita, no niego;
pero otros, como el borrego,
todo entera se la tragan.”
770
“Si buscás vivir tranquilo
dedicate a solteriar
más si te querés casar,
con esta alvertencia sea:
que es muy difícil guardar
prenda que otros codicean.”
771
“Es un bicho la mujer
que yo aquí no lo destapo,
siempre quiere al hombre guapo;
mas fijate en la eleción,
porque tiene el corazón
como barriga de sapo.”
772
Y gangoso con la tranca,
me solia decir: “Potrillo,
recién te apunta el cormillo,
mas te lo dice un toruno:
no dejés que hombre ninguno
te gane el lao del cuchillo.”
773
“Las armas son necesarias,
pero naides sabe cuándo;
ansina, si andás pasiando,
y de noche sobre todo,
debés llevarlo de modo
que al salir, salga cortando.”
774
“Los que no saben guardar
son pobres aunque trabajen;
nunca, por más que se atajen,
se librarán del cimbrón:
al que nace barrigón
es al ñudo que lo fajen.”
775
“Donde los vientos me llevan
allí estoy como en mi centro;
cuando una tristeza encuentro
tomo un trago pa alegrarme:
a mí me gusta mojarme
por ajuera y por adentro.”
776
“Vos sos pollo, y te convienen
toditas estas razones;
mis consejos y leciones
no echés nunca en el olvido:
en las riñas he aprendido
a no peliar sin puyones.”
777
Con estos consejos y otros
que yo en mi memoria encierro,
y que aquí no desentierro,
educándome seguía,
hasta que al fin se dormía
mesturao entre los perros.