La lección

Ya te acercas al final
Tu lección está aprendida
Y tu gema fue pulida
Y dio rosas tu rosal.
Una esfera de cristal
Es, por su unidad, tu vida.
Ya pasó la turbulencia
De tu atolondrado día.
Hay una melancolía
Mansa y grave en tu existencia,
Y cobra una transparencia
Celeste tu poesía.
Goza, pues, tu atardecer,
Con sosiego, sin temor.
Dile a tu amigo el dolor:
“¡Anda en paz, sombra de ayer!”
Y vuelve a Dios el amor
Que pusiste en la mujer.
En ÉL está el embeleso
De la rubia y la morena;
En ÉL está la urna llena
De los deleites del beso;
ÉL es la fuente serena
E inmortal de todo eso…
De todo eso que encanta,
Nuestra peregrinación;
De cuanta noble ilusión
Nos reconforta, de cuanta
Mental transfiguración
Al éxtasis nos levanta.
Este mundo, ÉL lo pensó,
ÉL, saliendo de sí mismo,
La identidad del ABISMO
Con formas diferenció.
ÉL la gran malla tejió
Del espacio y del guarismo.
Y aunque es el DIOS ESCONDIDO
Tras persistente capuz,
Hay dos escalas de luz
Que ÉL al alma le ha tendido:
LA ORACION… y aquel gemido
Intercesor de la CRUZ.
No hay grito al que no responda,
Ni angustia que le hable en vano.
Echa, espíritu, la sonda
De tu amor en este Arcano
Del DIVINO AMO: ¡ cuán onda
Su vastedad de océano!
¡Cuán bella su plenitud,
Que ningún, alma es capaz
De medir! ¡Cuán eficaz
Contra el dolor, su virtud!
¡Cuán inmensa su quietud!
¡Cuán misteriosa su paz!
. . . . . . . . . . .
Ya te acercas al final;
Tu lección está aprendida
Y tu gema fue pulida
Y dio rosas tu rosal.
Una esfera de cristal
Es, por su unidad, tu vida.


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Poema La lección - Amado Nervo