Jacques Prévert poeta amante
De las noches de París
El viento se llevó tus Poemas.
Parecen gigantes mariposas aleteando entre los ficus.
Y tengo miedo de la hierba seca
Que detiene como tules
El vuelo de tus blancas mariposas.
Tengo miedo de aquellos muchachos
Que me miran desde las sombras y
De las sonrisas largas
Ceñidas como mallas a los labios.
Tengo miedo de sus sonrisas
Que no quisiera comprender:
cuanto más sonreímos
más sufrimos
atrozmente.
Anoche yo no pude dormir
Jacques Prévert.
El sueño se ha convertido
En un puñado de arena sobre los ojos.
Y ahora dicen que soy un ángel
Aunque nadie sabe en verdad
Qué es un ángel
Ni lo que pesa en soledad esa estrella.
Mi amante sí sabe
Entre sus brazos
Más que una criatura en vilo
He sido un hombre de ternuras
Azotado por demonios y maravillas.
Una noche
El miedo se proyectó contra el espanto de los pinos
Que aullaban como perros
Y callamos Jacques Prévert
A pesar de nuestros cuerpos desnudos
Y el olor a hojas secas de su pecho.
Porque el deseo enamorado siempre nos hizo indefensos.
Y esta ciudad no es París.
Esta ciudad que tantas veces me ha visto
Ocultar las dianas de mi llanto.
Ya no me importaría si una vez más
Enarbola contra mi tristeza
El escarnio de su sonrisa
Porque ahora yo te invito Jacques Prévert
A alegrar el corazón
Dejando un árbol por otro como los pájaros.
Vamos a embriagarnos con los licores de la medianoche
Antes que la medialuna de tus ojos
Enarque el asombro de mis labios que no te besaron
Porque el viento terminó por asustarnos.
Yo te invito Jacques Prévert poeta amante
Vamos a embriagarnos hasta creer
Que este llanto es de alegría.